Una investigadora del Conicet y docente de la Universidad Nacional de La Plata advirtió hoy que no cumplir con el calendario nacional de vacunación es "una amenaza" para la calidad sanitaria de la población.
"La vacunación no solo es un acto benéfico para el individuo sino también para la comunidad. Las vacunas son un derecho y una obligación", expresó Daniela Hozbor, profesora titular de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP, investigadora principal del Conicet y coordinadora de la Subcomisión Vacunología de la Asociación Argentina de Microbiología.
La especialista destacó, en un comunicado de la Universidad Nacional de La Plata, que "la evidencia sobre los éxitos de la vacunación en combatir las enfermedades infecciosas que amenazan la vida es vasta y muy clara. La misma se viene recopilando desde el desarrollo, hace más de 200 años, de la primera vacuna por Edward Jenner (1749-1823) contra una enfermedad que devastó a la humanidad, la viruela".
"Los beneficios aportados por las vacunas han sido y siguen siendo enormes, como lo indican los siguientes números: han evitado más 700 millones de enfermedades y más de 150 millones de muertes, y se espera que durante 2011-2020 las vacunas salven 25 millones de vidas, 2,5 millones por año, 7.000 por día, 300 por hora y 5 vidas por minuto", puntualizó Hozbor.
La investigadora agregó que "sin embargo, existen amenazas que pueden menguar los éxitos alcanzados. Los movimientos antivacunas representan una de estas amenazas, que cada día resultan más preocupantes".
"Son grupos muy activos y reivindicativos, que aportan información no contrastable y acientífica, que siembran desconfianza en una parte de la población llevando a una reducción de las coberturas vacunales recomendadas para el control de las distintas enfermedades", apuntó.
Remarcó que "las consecuencias negativas en la sanidad de la población de las acciones de estos movimientos lamentablemente han sido y se están evidenciando. En los años 1999-2000 por ejemplo, se detectó en Estados Unidos un brote de sarampión en una escuela perteneciente a una comunidad religiosa que no acepta las vacunas. Otro brote se detectó en el 2005 en Indiana (Estados Unidos) como consecuencia de que una niña que no estaba vacunada regresó de Rumania infectada de sarampión y provocó el contagio de otros niños que no habían sido vacunados, ya que sus padres creían que la vacuna era peligrosa para sus hijos".
"En la región de las Américas en los últimos dos años también se registraron casos de sarampión. El regreso de la circulación del virus endémico del sarampión a un país de la región, así como los brotes actuales, son una muestra de que existen brechas en la cobertura de vacunación en donde tienen su accionar los movimientos antivacunas. Estas brechas se deben cerrar en forma urgente", reclamó.
Hozbor destacó que "los datos epidemiológicos comparativos entre la era prevacunal y la vacunal y los estudios de costo-efectividad son sin dudas datos inobjetables que muestran el beneficio que el uso de las vacunas conlleva" y pidió al ciudadano "informarse con su médico, y no a través de personas o medios de comunicación no vinculados a Salud". (Télam)